sant pere
En una altura considerable aproximada de 1.275 metros y con unas vistas panorámicas impresionantes de la Comarca de los Puertos, se ubica la ermita de Sant Pere de Castellfort a la que se llega por una pista desde la carretera de Castellfort.
Esta ancestral ermita, una de las más antiguas de la provincia, todavía conserva su huella del románico con acabados góticos del s. XIII al XIV. La suya primera noticia está referida en 1.321. Por sus rasgos artísticos está incoada Bien de Interés Cultural en el año 1979.
Cuenta con una puerta adovelada de medio punto y, sobre ella, un alargado ventanal románico. Remata su fachada una espadaña en que agita una voluminosa campana. En su lateral derecho se puede ver una artística puerta románica de anchas dovelas, que comunica con la antigua casa del ermitaño. La techumbre de la iglesia tiene cinco arcos apuntados de robusta sillería, que descansan sobre columnas de basamento románico. Su ábside es ojival con un elegante ventanal gótico. El pavimento de esta ermita está empedrado con pequeños cantos rodados, formando caprichosos dibujos.
La imagen de Sant Pere Apóstol ocupa la hornacina central del altar mayor, motivo de muchas peregrinaciones a la ermita. Actualmente las romerías de Catí y Portillo son las únicas.
Hay una leyenda que dice que el señor Blasc de Alagón y su tropa iban desde Vilafranca dirección en Morella y fueron sorprendidos por un furioso temporal de nieve que los dejó desorientados y perdidos a comienzos de la noche. Entonces de repente y en la lejanía escucharon el sonido de una campana y una pequeña luz. Blasc de Alagón agradecido de aquello que los salvó la vida, prometió una campana que se sentiría desde el mar. Esta historia demuestra la antigüedad de la ermita.